pítulo 19 Una mujer celosa
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La expresión de Mia se oscureció brevemente, pero rápidamente la ocultó, agarrando el brazo de Olivia y llevándola al sofá. Bajando la voz, le advirtió, “Liv, baja la voz. Este no es ni el momento ni el lugar. Si alguien nos escucha, mañana será el tema de conversación en Solara.”
Olivia le lanzó una mirada aguda. “¿Y qué, crees que puedes darme lecciones ahora? ¿Quién te crees que eres? La familia Bennett siempre ha sido solo un peón para la familia Brooks. No olvides tu lugar. No empieces a pensar que realmente eres una de nosotros.”
Los ojos de Mia se enrojecieron, llenos de lágrimas mientras miraba a Olivia con dolor. “Liv, ¿cómo puedes decir eso? Solo estaba cuidando de ti. Si el señor Ethan te escucha hablar así, ¿qué crees que pensará de ti?”
La mención de Ethan fue suficiente para hacer que Olivia se detuviera. Lentamente, su enojo se desvaneció y, al mirar el rostro angustiado de Mia, suspiró. “Está bien, lo entiendo. Sé que perdí los estribos. No estaba pensando claramente. No te lo tomes personalmente. Además, no querrás arruinar tu maquillaje antes del banquete, ¿verdad?”
Mia discretamente se secó las lágrimas de los ojos, luego habló suavemente. “Esa chica no es una amenaza. Piénsalo: alguien como ella nunca podría casarse en la familia Lewis. El señor Jayden nunca lo permitiría. Hay muchas mujeres tratando de acercarse a Ethan, pero lo que importa es capturar su corazón. Necesitas mostrarle por qué tú eres la indicada para él.”
La confianza de Olivia vaciló, su voz se suavizó. “Lo sé… pero cada vez que Ethan me mira, se siente tan distante. ¿Qué más puedo hacer?”
Mia tomó una copa de vino tinto cercana, inclinando su mano tan sutilmente que un fino polvo blanco se disolvió en el líquido. Entregándosela a Olivia, habló de manera tranquilizadora. “Eres hermosa, inteligente y exitosa. Solo es cuestión de tiempo antes de que él lo note. Pero esta noche es importante: necesitas mantener la compostura y asegurarte de que vea la mejor versión de ti.”
Tomando la copa, Olivia sorbió el vino y asintió, sumida en sus pensamientos. “Tienes razón. Necesito hacer que Ethan vea lo que se está perdiendo.”
Mia soltó un suspiro silencioso, observando mientras Olivia bebía. Un destello de algo indescifrable pasó por su mirada, pero desapareció mientras sonreía y animaba, “Vamos. La gala benéfica ya ha comenzado. Ethan está justo afuera: no querrás perder tu oportunidad de estar con él.”
La determinación de Olivia regresó mientras asentía. “Exactamente. Ethan rara vez asiste a estos eventos. ¿Quién sabe cuándo tendré otra oportunidad?” Con eso, se levantó y caminó con confianza hacia el salón del banquete.
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19:01 Sat, Oct 4 T
Capítulo 19 Una mujer celosa
Mientras Ethany Lillian salían del salón, la subasta benéfica ya estaba en marcha.
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Estas subastas no cran solo sobre vender artículos de lujo: eran una oportunidad para que los asistentes mostraran su generosidad y mejoraran su reputación pública. Por eso, nunca quedaba nada sin vender.
En ese momento, un pasador de jade antiguo estaba en oferta.
Ethan se unió casualmente, elevando la oferta a 68,000 dólares. El subastador estaba a punto de bajar el martillo cuando-
“i136,000 dólares!” La voz de Olivia resonó.
Todo el salón se volvió a mirarla.
Con todos los ojos sobre ella, Olivia enderezó su postura y mostró una sonrisa confiada. “Como la generación más joven, es nuestra responsabilidad devolver a la sociedad.” Al terminar de hablar, no pudo resistirse a echar un vistazo a Ethan.
Pero para su decepción, él no le dedicó ni una sola mirada. En cambio, estaba hojeando el catálogo de la subasta, inclinándose hacia Lillian y explicándole algo. Cuando terminó, los dos compartieron una sonrisa ligera.
Observando la escena, los puños de Olivia se cerraron tan fuerte que sus uñas se clavaron en sus palmas.
A su lado, Mia rápidamente tiró de su manga y sacudió la cabeza sutilmente, recordándole en silencio que se controlara.
Olivia tomó una respiración profunda, obligándose a mantener la compostura.
Lillian lanzó una rápida mirada a la expresión furiosa de Olivia y murmuró a Ethan, “Si las miradas mataran, ya estaría muerta.”
Ethan rió. “Tranquila, estás segura. No mientras yo esté aquí.”
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