C12-SU EX.
C12-SU EX.
Oliver cerró la puerta con suavidad y apoyó la espalda contra la madera por unos segundos. Luego, sin decir una palabra, caminó hacia la cama, tomó su iPad y se sentó sobre la colcha desordenada.
Tecleó despacio, como si cada letra le costara un poco más que la anterior.
Grayson Maxwell.
El buscador tardó un segundo antes de aparecer: fotos, videos, noticias.
Y en todas… él.
Oliver vio a un hombre alto. Elegante, su cabello, negro estaba perfectamente peinado y su expresión, seria. Pero sus ojos… eran
azules.
Como los suyos.
El chiquillo tragó saliva y acarició la pantalla con los dedos, como si al tocarla pudiera acercarse más a ese rostro. A esa presencia
desconocida, pero familiar.
-Papá… -susurró, en voz muy baja y con el corazón latiéndole rápido.
Y por primera vez, en mucho tiempo, no se sintió tan solo.
***
Horas después, Kate estaba junto al fregadero y pasaba la esponja una y otra vez sobre el mismo plato, sin darse cuenta. Aisling
secaba los cubiertos y de pronto, lo dejó sobre la encimera.
-Por cierto… olvidé mencionarte. Habrá una fiesta de reencuentro de la universidad el viernes.
Kate se detuvo y su rostro cambió.
Universidad…Reencuentro… Ilusiones que no sobrevivieron.
-No voy a ir-respondió, retomando el movimiento de sus manos.
-Por Dios, Kate… -Aisling se apoyó en la encimera y la miró como si quisiera zarandearla—. Solo es una fiesta. No seas aburrida.
Kate se giró, con una sonrisa triste.
-No es eso. Es que…
-Excusas. Y más excusas —la interrumpió Aisling, girándose con los brazos cruzados-. Kate… ¿hasta cuándo vas a seguir así?
Tienes que seguir adelante. Recordar a tus amigos no te va a quitar nada. 2
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Kate bajó la mirada.
-No es tan fácil como suena.
-Tampoco
s imposibó Aisling, y le sostuvo la mirada-. Solo es una fiesta. Volveremos temprano, lo prometo.
Kate suspiró secándose las manos.
-¿Y Oliver? El…
-La señora Jonhson dijo que sí. Lo cuidará encantada. Y ya sabes que a él le encanta su pastel de manzana…
Después de un largo silencio y sin más excusas, Kate asintió. No porque quisiera. Sino porque, en el fondo, sabía que no podía seguir escondiéndose de todo.
-Está bien murmuró-. Vayamos a la dichosa fiesta.
Aisling sonrió, victoriosa, pero Kate solo miró por la ventana. Porque una parte de ella aún estaba atrapada en el pasado y otra
empezaba a sentir que, tarde o temprano, el presente iba a alcanzarla.
Al día siguiente, Kate bajó del auto con cierta torpeza, intentando que el vestido no se subiera más de lo debido. Sentía las piernas temblarle un poco. Era absurdo, lo sabía, pero estar ahí le provocaba una tensión que no lograba disimular.
-Oye, cálmate —dijo Aisling a su lado, dándole un leve codazo-. Además… te ves bien para ser mamá. Muchas quisieran tener tu
figura.
Se acomodó el cabello con seguridad y dio el primer paso hacia la entrada del hotel, como si fuera la alfombra roja de Cannes.
Kate soltó una risa suave, casi irónica y se bajó el vestido con delicadeza y guardó la llave del auto en su bolso.
Esa noche llevaba un vestido negro corto, moderno, de hombros descubiertos que dejaba a la vista sus clavículas y hombros con un
aire sensual, pero sutil. El escote en forma de “V” invertida alargaba su figura, resaltando su cintura. Y su cabello rubio iba
recogido en un moño bajo, pulido hacia atrás.
Siempre le habia gustado la elegancia, dio unos cuantos respiros y siguió a su amiga hasta el interior del hotel.
La reunión se celebraría en el restaurante principal, cuando entraron las risas ya llenaban el ambiente y a medida que se
acercaban, Kate sintió algo que no esperaba: nostalgia y un leve peso en el pecho.
Ese lugar, esas personas… le recordaban una versión de sí misma que ya no existía. Una chica que creía que todo era posible, que
hablaba de amor y futuro sin miedo. Una chica que alguna vez soñó en plural.
Recordó a Ethan.
Su novio. El único que realmente la conoció antes de que el mundo le quitara la inocencia. Una punzada de tristeza cruzó por su
pecho, pero se obligó a sonreír y Aisling, atenta, le tomó la mano.
-Vamos susurró-. Estás bien. Solo sigue respirando.
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CSURA
+20 BONUS
Caminaron juntas hacia la mesa y los saludos llegaron en oleadas: abrazos, risas, nombres olvidados que volvían con fuerza. Kate
respondió con educación, cálida pero contenida. No quería quedarse mucho tiempo.
Y entonces… una rosa apareció delante de ella.
Sostenida por una mano.
Su estómago se contrajo al instante, y sus ojos se abrieron un poco más, como si el aire se le escapara.
Todos a su alrededor sonreían con complicidad, como si supieran algo que ella no, como si todo se hubiera planeado.
Giró lentamente, mientras el corazón le latía tan fuerte que por un momento creyó que lo escucharían.
Y entonces lo vio.
–
El mismo rostro, pero más maduro, con el cabello castaño un poco más largo de lo que recordaba, peinado hacia atrás de forma
descuidada pero natural, ojos avellana que aun tenían ese mismo brillo cálido de siempre, y aunque vestía informalmente — camisa blanca arremangada, pantalón oscuro, reloj de cuero-, había en él una elegancia despreocupada imposible de ignorar.
-Todavía son tus favoritas, Kate.
La rosa temblaba ligeramente en su mano. Ella la miró y lo miró y su mundo dio un vuelco, el estaba allí: su ex. 3
-E-Ethan… 5
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