Switch Mode

Por que 46

Por que 46

Capítulo 46 

+25 BONUS 

Capítulo 46 

Cuando vio a Celia minutos antes, aún mantenía el respeto. Pero ahora había dejado caer la máscara de amabilidad para mostrar su verdadera arrogancia. Después de todo, tenía que disfrutar de los privilegios que César le había otorgado. 

Celia apretó los puños con rabia, manteniéndose impasible. 

-Entonces, directora Núñez, ¿tiene alguna tarea especial para mí? 

Sira cruzó los brazos y miró a su hijo. Óscar se acercó corriendo. 

-Mamá, quiero un mousse… ¿Podrías pedirle a esa mala que me lo compre? 1 

Sira fingió vacilar antes de mirar a Celia. 

-Celia, ¿le molestaría hacerme este pequeño favor? Comprarle un pastel a Osqui, mi hijo con César… 

Repitió una y otra vez las últimas palabras, como si quisiera recordarle a Celia que, ella nunca sería parte de esa feliz familia de tres. Lo más irónico de todo era que era la amante quien pronunciaba estas palabras ante la esposa legítima del hombre. 

Pero Sira ignoraba que Celia se había preparado mentalmente para esta situación desde que descubrió la existencia de ese “hijo bastardo”. Ya no le importaban las intenciones de Sira, fuera una prueba o una provocación para humillarla. 

-Claro. Este pequeño favor no me molesta en lo absoluto -le respondió con calma, mientras sacaba del bolsillo su celular. 

Salió de la oficina mientras Sira observaba su reacción con una sonrisa triunfal: al final de cuentas, la gran doctora Sánchez también tenía que hacer mandados para ella. 

En el pasillo, Celia pidió el pastel por una aplicación de comida y regresó a su consultorio. 

*** 

Una hora después, un repartidor llamó a la oficina de Sira. 

-¿Es usted la señorita Núñez, por favor? 

Confundida, Sira se levantó del sofá. 

-Sí, soy yo, ¿en qué puedo…? 

-Aquí tiene su pedido de la pastelería. 

-Pero yo no ordené nada…. 

El repartidor revisó con atención la dirección. 

-Pero es para la oficina de la directora Núñez del departamento de neurología, y dijo que usted es la señorita 

Núñez. 

1/3 

Capítulo 46 

+25 BONUS 

Sira comprendió demasiado tarde que esto había sido obra de Celia… Apretó los puños con rabia, pero luego aceptó la bolsa. Al cerrar la puerta, la estrelló contra el escritorio. 

Óscar notó su furia y se encogió de miedo. No se atrevió a tomar el pastel que estaba sobre la mesa, en su lugar pidió permiso con cautela. 

-Mamá, ¿puedo comer el pastel? 

-¡Solo piensas en comer! ¡Inútil! -le gritó a todo pulmón Sira, descargando toda su ira en él. 

Óscar se quedó cabizbajo en silencio, acostumbrado a los insultos de su madre. Cuando Sira estaba a punto de seguir desahogándose, de pronto tuvo una brillante idea y se calmó un poco al mirar a su hijo. Se arrodilló frente al niño y se disculpó con una sonrisa, acariciando sus mejillas enrojecidas. 

-Osqui, es que mamá se enfadó mucho. ¿Te asusté? 

-Estoy bien, mamá -Óscar movió la cabeza. 

-Muy bien. Entonces, ¿podrías hacerme un pequeño favor? No quieres que esa bruja te quite a tu papá César, ¿ verdad? -La mirada de Sira se tornó maliciosa. 

Al escucharla, Óscar se puso nervioso y mostró preocupación. Le agradaba César, y él siempre lo trataba con amabilidad. Era cierto que quería que César fuera su papá. 

Sira notó las preocupaciones del niño, y un destello despiadado cruzó por el fondo de sus ojos. 

*** 

Por la tarde, Celia hacía rondas para revisar a los pacientes. Después de dar algunas recomendaciones a los familiares, salieron juntos de la habitación. En el pasillo, les recordó a las dos pasantes: 

-El paciente de la cama trece sufrió un accidente cerebrovascular. Presten atención a su temperatura y presión arterial. Si hay alguna anomalía, actúen de inmediato. 

Las dos pasantes respondieron al instante: 

-De acuerdo, doctora. 

Dicho esto, se fueron. Celia estaba por regresar a la habitación cuando de pronto escuchó una voz masculina llena de íra que la llamaba. 

-¡Celía! 

Al darse la vuelta, vio a César acercándose con pasos furiosos. Antes de que pudiera reaccionar, él le dio una cachetada. 

¡Paf! 

No fue una cachetada muy fuerte, pero era suficiente para destrozar el corazón de Celia. Lentamente, levantó la cabeza, mostrando una serie de emociones: primero fue sorpresa, luego incredulidad y decepción, hasta llegar a una paz inquebrantable tras la completa desilusión. 

2/3 

Capítulo 46 

+25 BONUS 

Los músculos de César temblaban una y otra vez por la rabia que sentía. Con mirada sombría, la interrogó: 

-¿Estás loca? ¿Cómo pudiste lastimar a un niño tan pequeño? 

3/3 

Por que

Por que

Score 9.9
Status: Ongoing Type: Native Language: English
Por que

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset