Switch Mode
Home › Por que › Por que 426

Por que 426

Por que 426

Capítulo 426 

Celia esperó un buen rato en la calle hasta que por fin encontró un taxi. El conductor se volvió y le preguntó: 

Señorita, ¿adónde va? 

Ella dudó unos segundos. Ya era demasiado tarde para molestar a Luna, así que no le quedaba más opción que regresar a su antigua residencia. 

-A Jardín Rosal, por favor. 

*** 

Al día siguiente, cuando Nicolás salió de su casa, vio dos bolsas de basura frente a la puerta de la casa de Celia. Se acercó, dudó un momento y luego intentó tocar el timbre. Poco después, Celia abrió la puerta. 

Parecía que se acababa de despertar. Tenía el pelo recogido de manera desaliñada, la máscara de dormir aún en la frente y vestía un holgado camisón de color amarillo claro. Era la primera vez que la veía en ese estado. 

Al verlo, Celia se despertó de inmediato. 

-Doctor Gómez, buenos días… 

-¿Cuándo regresaste? 

-Puesanoche. 

Nicolás la miró fijamente, como si hubiera adivinado algo, y arrugó el entrecejo. 

-¿Discutieron? 

Ella negó con la cabeza. 

-No. 

Él entrecerró los ojos, pero no hizo más preguntas. 

-Hoy tienes una cirugía programada. No llegues tarde. 

Celia se arregló rápidamente y llegó a la clínica justo a tiempo. Nada más salir del ascensor, recibió una llamada de la administración de la propiedad de Jardín Rosal. Le preguntaban si aceptaba arrendar los otros pisos del edificio. Después de todo, no había mucha gente que viviera allí. Aparte de ella y Nicolás, el resto de las plantas del edificio seguían vacías. 

Al principio, Celia no consiguió comprender por qué necesitaban su opinión. 

-¿Por qué me lo pregunta a mí? 

-Porque el señor Herrera transfirió la propiedad del edificio a su nombre. ¿No lo sabía? —explicó el personal. 

Celia se detuvo en seco. Aunque seguía respondiendo automáticamente, no terminaba de comprender lo que 

decían. 

Capitulo 426 

+25 BONUS 

Después de colgar, marcó el número de César. Quiso preguntarle, pero no contestó. Parecía que el celular de César estaba apagado. Sin embargo, él no era de los que apagaban su teléfono. Al parecer, la había bloqueado. 

Celia sintió una oleada de irritación. No sabía si debería estar enfadada o aliviada con lo que estaba pasando. Este era el final que ella quería, pero no sentía ni una pizca de la felicidad que había imaginado. 

Sabía que César solo había vuelto a ser como era antes. ¿Acaso ella no podía aceptarlo? Ya lo había aguantado durante seis largos años, ¿por qué le molestaba ahora? 

Sí, él la había bloqueado, pero ¿qué importaba? 

Después de pensarlo un momento, ella también eliminó su contacto. Guardó el celular y se dirigió a su oficina. 1 

*** 

Mientras tanto, Luna almorzaba en un restaurante con Mario, Sergio y sus padres. Durante toda la cena, estuvo concentrada en asuntos del trabajo desde el celular. Su madre, al ver su actitud distraída, le dio un ligero empujón y le susurró para recordarle: 

-Olvida tu celular. ¡Los invitados te están hablando! 

Jorge dejó su copa y, preocupado por causar una mala impresión a los Quiroga, les explicó sonriendo: 

-Mi hija es doctora y ha estado muy ocupada. Señores, por favor, sé que comprenderán. 

Antes de que Sergio pudiera responder, Mario sonrió y se adelantó. 

-Por supuesto. Una vez que se case con Sergio, yo, como su suegro, no interferiré en su trabajo. Podrá hacer lo que le guste. Es bueno que tenga su propia carrera. 

Sus palabras dejaron muy satisfecha a la madre de Luna, quien incluso la instó a que apreciarala comprensión de su futuro suegro. Excusándose para ir al baño, Luna se levantó y salió del restaurante para tomar un poco 

de aire. 

Permaneció fuera unos diez minutos. Cuando regresaba a la mesa, se encontró con Mario hablando con una mujer en la terraza, pero no parecía una conversación amable. La mujer parecía muy alterada, incluso intentó agredirlo. Se acercó sigilosamente y se quedó escuchando tras la pared. 

—¿Ahora te desquitas conmigo por no lograr ser la señora Rojas? 

Mario encendió un cigarrillo y la miró con diversión mientras Beatriz se agitaba. 

Beatriz no cedió. 

—Tú, un secuestrador, ¿con qué derecho me criticas? 

Mario fumó en silencio, pero un destello de crueldad cruzó su mirada. 

Al oír la palabra secuestrador, Luna se sorprendió. De repente, la aparición de una persona detrás de ella la sobresaltó. Era el guardaespaldas de Mario. 

Beatriz de inmediato trató de ocultar su cara. Mario entró desde la terraza y miró a Luna, nerviosa y 

+25 BONUS 

Capítulo 426 

preparándose para escapar. 

-Señorita Ruiz, ¿le gusta esconderse para escuchar conversaciones ajenas? 

-NoSolo estaba pasando por aquí -tartamudeó. Un miedo inexplicable se apoderó de ella. Intentó marcharse, pero el guardaespaldas la detuvo. 

Mario sonrió con fingida amabilidad. 

-Tranquila. Eres mi futura nuera, así que no voy a hacerte daño. Todavía necesito a la familia Ruiz. 1 

Por que

Por que

Score 9.9
Status: Ongoing Type: Native Language: English
Por que

Comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Options

not work with dark mode
Reset