CapÃtulo 418Â
Nicolás no siguió el tema que Sergio habÃa empezadoÂ
– Señor Quiroga, acababa de regresar al paÃs, ¿es them? -Demos el semua.Â
-SÃ, pero muchas personas y cosas han cambiado por complets–SonÂ
Sergio, y es miradas podesto insÂ
Hasta el punto en que ni siquiera sabÃa que trabajaba ora doctisca tan bella en esta dimboxÂ
Celia se esforzó por calmarie. Cuando supo que el apellido de este hombre era Optiga, prado adintientia pr estaba relacionado con Mario Quiroga, cuando ocurrió aquel secuestro, Sergio solo tendrÃa más me la misma edad que Nicolás. Al fin y al cabo, Sergio no era la misma persona que su papáÂ
Tras tomar aire profundamente, ella le respondióÂ
-Gracias por su cumplido.Â
-Doctora Sánchez, no tienes por qué ser tan modesta. No es de extrañias…Â
Hizo una pausa elocuente, pero no continuó. Nicolás amrugó el entrecejo y siguió protegiéndolaÂ
-Dicen que usted se va a casar con la heredera de la familia Ruiz. ¿Debo felicitarieÂ
Sergio le puso una mano en el hombro.Â
-Cuando celebremos la boda, lo invitaré sin duda.Â
Nicolás desvió la mirada con despreocupación.Â
–Entonces esperaré sus buenas noticias.Â
Sergio se rÃo, se dio la vuelta y entró en el ascensor sin más.Â
Al verlo marcharse, Celia finalmente se relajó un poco, aunque su expresión seguÃa seria Asi que el era Sergie QuitogÂ
Nicolás se volvió hacÃa ella.Â
-¿Te asustó?-preguntó.Â
CelÃa se sobresaltó. ¿Acaso habÃa sido tan obvio?Â
-Bueno… más o menos. Pero ahora ya estoy mejor. Gracias por ayudarme.Â
-Quiero disculparme por lo de ayer–dijo él con seriedad.Â
Ella parpadeó, perpleja.Â
-¿Disculparte? ¿Por qué?Â
Fui yo quien te citó. Hice que pasaras por un mal rato… Fue un descuido por mi parte.Â
La disculpa de Nicolás era sincera. No era una simple disculpa. ParecÃa haber cierta preocupación y reproche hacia si mismo.Â
Celia bajó la mirada.Â
-Doctor Gómez–lo llamóÂ
Él la miró sin hablar. Ella sonrió en ese momento.Â
-¿Te han dicho alguna vez que eres una persona distante por fuera, pero cálida por dentro?Â
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Cop46 48Â
+25 BONUSÂ
–Lamir con seriedadÂ
Calla var y desvio le miradeÂ
Pues…solo era un comentarioÂ
-Insables desde hace tiempo, ino?Â
Eltono de Nicolás traslucia un poco de impotencia. Ella captó de inmediato el significado detrás de sus palabras y basafn meÂ
la cabezaÂ
54 que eres una muy buena persona…..Â
-No te apresures a rechazarme, -Nicolás bajó la voz–No te pido una respuesta inmediata, y además conozco ta situación. No voy a ponerte en un aprieto, y mucho menos a hacer que te divorcies de César por mÃ. Al contrario, si llegaras a divorciarte de é por mi, considerarÃa que mi elección fue un error.Â
Ella quedó absorta en sÃ, sin poder responder.Â
El continuó con calma:Â
-Tenemos mucho tiempo por delante, nadie puede predecir lo que pasará en el futuro. Por eso, no necesito tu respuesta abert Solo quiero que sepas mis sentimientos. Incluso si me rechazas en el futuro, lo aceptaré.Â
-Pero…Â
-Pero me merezco a alguien mejor. Quieres decir eso, ¿cierto?Â
El habÃa leÃdo sus pensamientos con facilidad. CelÃa no supo qué responder.Â
Pero por mejor que sea la persona, tiene que ser alguien que me guste, ¿no es asÃ? -Sonrió élÂ
La declaración de Nicolás la dejó ausente y distraÃda toda la tarde. Aunque ya se lo imaginaba, al final habia sido demasiado repentino.Â
-¿En qué estás pensando?Â
Luna se acercó a ella durante la reunión para sacarla de sus pensamientos. Ella forzó una sonrisa. -¡Estaba pensando!Â
¿De qué se trata? Estabas tan concentrada. contenido de la reunión!Â
Luna puso una expresión de duda. ¡Creo que no estabas pensando en elÂ
Celia quedó sin palabras. Justo cuando buscaba una excusa para evadir la pregunta, Luna le dijo. Ah, por cierto, hace un rato vi el auto del señor Herrera abajo.Â
Celia se sorprendió, pero adivinó la razón por la que él habÃa ido al hospital.Â