Cuando se llevaron a Sira, ella ya no opuso resistencia. Pero su mirada hacia Celia estaba llena de rencor. Para alguien que siempre habÃa tenido éxito como ella, le resultaba difÃcil aceptar esta derrota.Â
Celia retiró la mirada con serenidad mientras Izan se acercaba.Â
-No sabÃa que esa tesis fuera tuya. Lamento haber creÃdo las palabras de Sira sin investigar a fondo. -Suspiró profundamente. Si no fueras estudiante de Antonio, me encantarÃa llevarte conmigo a mi paÃs.Â
Celia le respondió con una sonrisa:Â
-En ese entonces, esa tesis era considerada una falacia por muchos, ni siquiera yo misma tenÃa la suficiente confianza. Pero fue usted quien permitió que esa “falacia” fuera reconocida por todos. En el campo de la neurologÃa, todavÃa tengo mucho que aprender de usted.Â
Izan también rio con alegrÃa.Â
-No te he mentido. ¡En serio me gustarÃa tenerte como mi estudiante!Â
-Izan, no me parece adecuado si pretendes arrebatarme mi alumna favorita -dijo Antonio en ese momento.Â
Todos se habÃan dispersado de la sala de conferencias, y Antonio se acercó.Â
-DeberÃas habérmelo dicho antes.Â
Izan lamentó profundamente haber perdido un talento asÃ.Â
-Tampoco me lo preguntaste. -Antonio fingió enojo.Â
Al verlos discutir por el asunto, Celia sonrió, algo incómoda. Después de todo, ella tampoco les habÃa dado ninguna explicación sobre la tesis…Â
Al final, Celia y Antonio salieron de la sala de conferencias. Antonio notó su distracción, pero él supuso que estarÃa pensando en lo de Sira, asà que no la retuvo más.Â
-Si tienes cosas que hacer, ocúpate de lo tuyo. No tienes que acompañarme —le dijo él.Â
Celia volvió bruscamente en sÃ, luego asintió con una sonrisa.Â
-Gracias, maestro. Entonces me voy.Â
Él hizo un gesto con la mano.Â
-Ok. No te preocupes.Â
***Â
Celia salió del centro de investigación y marcó el número de Ana, quien habÃa tenido turno noche y acababa de despertarse.Â
-¿Celia? -Aún sonaba soñolienta.Â
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Capitulo 409Â
-¿Te desperté de tu siesta?Â
-Tranquila–dijo bostezando-. Mañana será dÃa de descanso y podré dormir más.Â
-¿PodrÃas enviarme las pruebas que recopilaste antes? Es el momento de usarlas.Â
Ana se despejó de inmediato y se incorporó.Â
-¡Claro!Â
+25 BONUSÂ
En el hotel, Nicole estaba conversando con César en la sala. Un guardaespaldas se les acercó para informarlos:Â
-Jefe, Sira ha sido detenida.Â
César no se inmutó, pero Nicole se sorprendió mucho.Â
-¿La detuvieron? Pensaba que era como un mosquito, imposible de eliminar…Â
–Entregó los resultados de la investigación de nanoterapia al grupo Nolan, pero… la señora le tendió unaÂ
trampa.Â
César entrecerró los ojos. Ya sabÃa que Celia no la dejarÃa en paz con tanta facilidad.Â
-Sergio Quiroga está en el grupo Nolan. -Nicole lo miró―. Su nombre en el extranjero es Cyron, y actualmente es el director ejecutivo del grupo Nolan. ¡Sira definitivamente tiene una conexión con él!Â
César golpeaba distraÃdamente la mesa con el dedo.Â
-Entonces, la persona detrás de ella durante todos estos años probablemente siempre ha sido él. EnvÃa a alguien a visitar al señor Juárez para que le lleve un mensaje al director de la comisarÃa.Â
Celia, que acababa de llegar a la entrada, escuchó sus palabras. Nicole se volvió en ese momento y la vio.Â
-Señora —la saludó con un gesto de la cabeza.Â
La mirada de César se clavó en ella. Celia no dijo nada, solo se hizo ligeramente a un lado.Â
Después de que Nicole se fue, el guardaespaldas también salió. Ni Jaime ni VÃctor estaban, asà que solo quedabanÂ
ellos dos en la enorme suite.Â
César se desabrochó las mangas con calma.Â
-Esta noche solo estamos nosotros dos.Â
Celia se detuvo en seco y lo miró. ¿Qué querÃa decir con eso?Â
Él la observó un largo rato antes de añadir lentamente:Â
-¿Cenamos fuera o cocino yo?Â
Ella se quedó aturdida unos segundos antes de retirar la mirada.Â
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CapÃtulo 409Â
+25 BONUSÂ
-Mejor fuera.Â
Él sonrió levemente.Â
Él sonrió levemente.Â
– De acuerdo.Â