Por que 404

César dejó de lado su orgullo y se disculpó con ella. 

Celia se sorprendió. Cuando reaccionó, le dio un leve empujón en el pecho con el codo. 

-Me siento mareada. 

Él no la soltó. Sus ojos profundos la escudriñaron intensamente. 

-Siempre buscas excusas cuando no quieres que te toque. 

Celia se tensó sin razón aparente. Antes de que pudiera responder, César la levantó en brazos. 

-¿¡Qué demonios haces!? 

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La acostó en la cama, y ella de inmediato se envolvió bien con la manta. César ya había anticipado que ella trataría de evitarlo, así que, al ver su gesto defensivo, sonrió con amargura. 

-Si quisiera de hacerte algo, ¿crees que podrías evitarlo? 

La expresión de Celia se endureció, como si estuviera a punto de decir algo hiriente. 

-Ya no te forzaré. La voz de César sonó baja y ronca. 

Ella lo miró con incredulidad. Aunque le costaba creer las palabras de César, era la primera vez que lo veía ceder una y otra vez, adoptando una actitud de humildad total. El amor siempre hace que una persona se torne humilde, y él finalmente lo estaba experimentando. 

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Celia no dijo nada. Él se sentó al borde de la cama un buen rato antes de retirar la mirada y levantarse lentamente. 

-Que duermas bien. 

Dicho esto, salió de la habitación. 

Celia lo siguió con la mirada. Quizás fue por el alcohol que ahora tenía estos sentimientos tan complejos… Debía dormir. Tal vez con dormir se le pasarían. 

*** 

Al día siguiente, Sira despertó en la clínica recibiendo suero. Una doctora entró con su historial médico. 

-Señorita Núñez, su condición requiere que permanezca en observación un par de días. ¿Tiene algún familiar que pueda acompañarla?, ¿quizá su esposo o sus padres? 

-No tengo familiares -respondió ella con la voz seca y áspera. 

La doctora se sorprendió un momento, evaluando su situación. 

-¿Ni siquiera un novio? 

-No–Sira sonó impaciente-. Sea directa, por favor. ¿Cuál es el problema? 

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Capitulo 404 

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—¿No lo siente? Cuando la trajeron aquí, tenía desgarros en la zona genital y efusión evidente de sangre. Por eso le hice esas preguntas -explicó la doctora con paciencia. Si ha sufrido una agresión sexual, le sugiero que presente una denuncia policial. 

Sira palideció y vaciló. 

-Ese es mi problema. No se entrometa. 

La doctora solo intentaba ofrecer ayuda, pero al ver su actitud, no insistió. 

Cuando la doctora se fue, Sira se recostó en la cama, mordiéndose fuertemente la uña del pulgar, con una expresión sombría. En sus oídos aún resonaban las palabras crueles y despiadadas del hombre: 

“Cincuenta mil por cada bola de golf. Cuantas más metas en tu cuerpo, más ganarás“. 

Ella revisó su celular y recibió un mensaje de transferencia bancaria de un millón de dólares. ¡Era una suma que había obtenido a través de tortura y dolor! 

*** 

Mientras tanto, Celia acababa de salir de la sala de consulta. Al cerrar la puerta, se encontró con Nicolás apoyado en la pared mirándola. 

-¿Doctor Gómez? -Se sorprendió. 

Él asintió. 

-¿Él te causó problemas el otro día? 

Celia bajó la mirada. 

-Pues, no. -Después de una pausa, añadió-: Lamento haberte involucrado. 

-No me molesta. 

Ella no esperaba esa respuesta. Al encontrar su mirada, recordó involuntariamente la conversación que había escuchado el otro día. Sintiéndose algo incómoda, desvió la mirada. Nicolás notó su incomodidad y arrugó el entrecejo con intuición. 

-¿Estás… evitándome? 

Ella dudó unos segundos antes de negar con la cabeza. 

-No, para nada. 

-¿En serio? -Nicolás se acercó de repente-. El otro día me parecía que actuabas extraño. Sospecho que escuchaste algo, ¿no es cierto? 

Su pregunta era demasiado directa, dejando a Celia sin palabras. Gracias a ese breve momento de vacilación, Nicolás confirmó las sospechas. 

-Entonces, tengo razón… Dime, ¿qué oíste? -Sonrió él con amargura. 

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Capitulo 404 

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Celia dudó con una sonrisa nerviosa y se rascó un poco la mejilla. 

-Tu mamá dijo que yo te gusto… pero no me parece muy posible… 

-¿Y si es posible? –preguntó él con calma. 

Celia se detuvo y alzó la cabeza para mirarlo. 

-Pero solo nos conocemos desde hace poco… 

Nicolás la miró fijamente. 

-Nos conocimos hace mucho tiempo. 

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Capitulo 405