Por que 357

Capitulo 357 

Capítulo 357 

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Celia arrugó ligeramente el entrecejola frente. De repente, recordó las palabras de Rocío: ¿César había ingresado en la UCI? Pero su cirugía había sido un éxito, ¿no? 

Nicolás notó su cambio de ánimo. 

-¿Qué ocurrió? 

Ella volvió en sí y guardó el celular en su bolso. 

-Nada luego, le preguntó a Jacob-. ¿Ben me necesita? 

Jacob El asintió. 

-El La espera en el restaurante de arriba. 

Celia miró a Nicolás, quien le sonrió con suavidad. 

-Quizás tenga algo urgente. Ve a verlo. 

Celia Ella siguió a Jacob y subieron juntos en el ascensor. Al llegar al restaurante de la planta superior, Jacob la llevó a un salón privado donde solo estaba Ben. 

-Ben. -Llo llamó Celia mientras se le acercaba. 

Ben Él le indicó que se sentara y luego le pasó una carpeta. 

—Aquí tienes los resultados de la investigación del accidente. Tal vez tu sospecha era correcta porque Celiana le transfirió dinero a esta persona. 

Celia Ella revisó los documentos. Por la foto de identificación del propietario del vehículo, parecía que ella nunca lo había visto. Entrecerró los ojos. 

-No tengo ningún conflicto con Celianaella. No tiene motivos para querer matarme. A menos que… 

-A menos que alguien detrás de ella la esté manipulando. -Ccompletó Ben, sirviéndose un vaso de agua con calma-. Todavía no estoy seguro de si esto está relacionado con quien manipuló los resultados de las pruebas de parentesco. 

Celía le preguntó mirándolo: 

-¿Parece que ya sabes quién cambió los resultados? 

-Fue ella. -Ben le pasó una tarjeta de presentación. 

Cuando Celia vio el nombre “Beatriz Vargas” en la tarjeta, se quedó atónita. La voz de Ben él resonó en sus oídos.: 

-Para ser exactos, ella es nuestra tía. La hermana menor de nuestra mamá. 

Celia sacó una tarjeta idéntica de su bolso y las comparó. 

-¿La directora de Clínica Estética Sonrisa? ¿Ella es en realidad la hermana menor de mamá? 

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-¿La has visto antes? -Ben se sorprendió. 

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Celia asintió un poco aturdida. Entonces, ese “encuentro” no fue una coincidencia. ¿Beatriz ya la había reconocido? 

Se tocó el cabello, recordando el momento en que el anillo de la mujer se enredó con ello. En ese momento, todo 

cobró sentido. 

-Usó mi cabello para cambiar los resultados de Celiana. Pero, ¿por qué lo hizo? 

Ben El bajó la mirada. 

-Su historia es muy complicada, ni siquiera yo conozco los detalles. Cuando regreses con nosotros a la Ciudad de Ficus, podrás preguntarles a los mayores. 

Al mencionar el regreso a la Ciudad de Ficus, a Celia le asaltaron ciertas preocupaciones. No sabía cómo serían los mayores de la familia Rojas… Después de todo, el resto de los Rojas aún le eran desconocidos. Cuando ella se levantó para irse, Ben él la llamó de repentele dijo.: 

-La familia Herrera bloqueó toda información sobre César. Hace unos días circularon rumores diciendo que él sufrió una grave enfermedad. ¿Estás al tanto de esto? 

Sus pasos se detuvieron y permaneció en silencio. 

De vuelta en su habitación de hotel, Celia aún estaba distraída. No podía dejar de pensar en lo de la etiqueta en 

las tendencias. 

¿César había sufrido una grave enfermedad? Según lo que sabía, solo se había sometido a una cirugía. Además, el vidrio no alcanzó su corazón. Samuel incluso había invitado a un especialista en cirugía cardíaca para operarle. Con la habilidad del experto, una operación tan pequeña como esa debería haber evitado complicaciones e infecciones postoperatorias. 

De repente, recordó que, cuando fue a verlo esa noche, él parecía muy pálido… Celia vaciló un momento y marcó el número de Samuel. Pero después de un rato, solo escuchó el tono del contestador. 

Si la familia Herrera había bloqueado la información, era muy probable que Samuel no pudiera contestar su llamada por compromiso. Tras otra breve vacilaciónmomento, ella marcó ese número familiar… 

¿Qué debería preguntarle primero? ¿Qué enfermedad sufría? ¿O acaso era otra de sus tácticas como la ” desaparición” en Rivale? ¿Sería solo para tomarle el pelo? Ya tenía preparadas las palabras. Sin embargo, al otro lado de la línea sonó la voz dulzona de una mujer desconocida se escuchó.. 

-¿Quién llama? 

Esa voz no era de Nicole, ni de Rocío, y mucho menos de Sira… Celia se quedó paralizada. Bajó la mirada para confirmar el número: no se había equivocado. 

-¿Hola? ¿Por qué no hablas? 

—¿De quién es? —sonó la voz grave de un hombre. 

-No lo sé, no dice nada. ¿Será una llamada equivocada? 

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Justo cCuando el hombre iba a contestar la llamada, Celia colgó apresuradamente. De repente, soltó una risa amarga. No debería haber hecho esta llamada…