Capitulo 349Â
CapÃtulo 349Â
-Mucho gusto, señor Rojas -Nicolás le estrechó la mano. ¿Ya se conocÃan?Â
+25 BONUSÂ
-SÃ, Celi es un tesoro perdido de nuestra familia, ahora la hemos recuperado. Le agradezco por haber cuidado deÂ
ella en Rivale.Â
Él le sonrió.Â
-Fue un placer.Â
Ella observaba con asombro cómo los dos se hacÃan amigos al instante y conversaban con naturalidad como dos viejos amigos. Ella pensaba que Nicolás no tenÃa mucha vida social aparte de su trato con Dylan y Alfredo. Además, solo se centraba en el trabajo y no era muy hablador…Â
A mitad de la cena, Ben recibió una llamada. ParecÃa tener otro asunto urgente que atender, asà que dejó a Celia alÂ
cuidado de Nicolás.Â
Después de que se fue, él acompañó a Celia de regreso a su hotel. Al verla bajar del auto, Nicolás bajó la ventanilla.Â
-¿Te hospedas en un hotel?Â
Ella se volvió a mirarlo.Â
-¿Problema?Â
-¿Ese tipo será tan tacaño que ni siquiera te dio un apartamento?Â
Celia cruzó los brazos.Â
-Solo a mi propia casa la llamo mi hogar. Si no es mÃa, da igual dónde me quede, ¿no?Â
-Como quieras. —Sonrió él.Â
La observó mientras ella entraba al edificio, luego tomó su celular y reservó una habitación en ese mismo hotel.Â
-Señor, solo nos queda una suite. ¿La necesita?Â
-No. Deme una habitación en el mismo piso donde esté la señora Celia Sánchez-dijo él, apoyando el brazo enÂ
la ventanilla.Â
Ben regresó a la villa. Un sirviente se le acercó para informarle que RocÃo habÃa visitado a Celiana. Sin inmutarse, entró a la sala. Ella se le acercó con una sonrisa radiante.Â
-¡Mi hermano! ¡Regresaste…!Â
Ben la ignoró por completo y subió las escaleras. Celiana, pasada por alto, palideció de ira. En el estudio, Jacob y Enzo estaban conversando. Cuando Ben entró, Jacob ya le habÃa informado a Enzo de los resultados de la investigación. El señor lucÃa con una expresión compleja, como si aún estuviera pensando en la noticia. Ben se detuvo frente al escritorio y le dijo:Â
-Me encontré con ella en Rivale.Â
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-¿Ella siempre ha estado en Rivale?Â
Ben lo afirmó con la cabeza. Él se cubrió la frente con la mano y se masajeó suavemente.Â
+25 BONUSÂ
-Después de lo de ese año, siempre ha guardado rencor hacia nosotros, incluida la familia de tu abuela materna. Solo que no entiendo por qué quiso manipular los resultados de la prueba de parentesco.Â
Ben entrecerró los ojos y guardó silencio.Â
***Â
En Rivale, en la ClÃnica Estética Sonrisa, Beatriz estaba detrás de su escritorio. SostenÃa una fotografÃa en la mano. En ella, la cara de la novia estaba quemada, dejando solo visible a ella y al novio.Â
En ese momento, sonó su celular. Lo tomó y lo contestó. No se sabÃa qué le habÃa dicho la otra parte, pero la expresión de ella se ensombreció poco a poco.Â
-Que ese incompetente calle para siempre. -Ordenó con frialdad.Â
Dicho esto, colgó la llamada. Apretó la foto hasta arrugarla y luego la arrojó a la basura. 1Â
***Â
Al anochecer, Celia se quedó parada frente a la puerta de la habitación de César, sin atreverse a abrirla. “SÃ, él me habÃa protegido, ¿y qué? Ahora ya estábamos en paz, ¿no es asÃ?” Pensando, retiró la mano.Â
-¿No va a entrar a verlo?Â
Nicole apareció a su lado sin hacer ruido. En el pasillo, su voz sobresaltó a Celia. Ella tomó aire antes de responder:Â
-No es necesario… Con que esté fuera de peligro es suficiente.Â
-Pase lo que pase, ustedes fueron marido y mujer. Entrar a verlo no tiene nada de malo.Â
Ella guardó silencio. Un tiempo después, abrió la puerta de la habitación. César estaba en la cama de hospital. La tenue luz de la lámpara de cabecera iluminaba su perfil, que era pálido y delgado. Su pecho se elevaba y descendÃa suavemente con cada respiración. Entre sus cejas se vislumbraban los rastros de inquietud, incluso en sueños arrugaba el entrecejo.Â
Celia se acercó a la cama y extendió la mano para apagar la lámpara. En ese momento, él abrió los ojos.Â
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