Capítulo 22
¿Dijo que ella debía mantenerse lejos de Sira? ¡Qué broma tan ridícula! No obstante, ella no tenía mucho que decir en ese momento. Por más que se justificara, él estaría del lado de Sira. Sin importar si era culpable o no, ella no sería la que ganara su confianza.
Con intensa amargura en la garganta, Celia apartó su mano.
-Vaya a quedarse con su amor.
Al terminar, se dio la vuelta y se fue.
Fijándose en la figura que se alejaba, la expresión de César se tornó sombría. Celia había sido extremadamente obediente durante los últimos seis años, pero ahora ella era tan rebelde… El cambio le
desagradó. Era una sensación de que algo se estaba escapando de su control.
***
Al día siguiente, Celia asistió al trabajo como siempre. Sin embargo, debido a lo sucedido ayer, el peso de
las miradas la incomodó. Aunque nadie le decía nada abiertamente, los murmullos se escuchaban por
todas partes a su espalda.
Ella no tenía intención de defenderse ante esos malentendidos. Ya había solicitado su traslado. Pronto
pondría punto final al trabajo en la Clínica Central. ¿Para qué dar explicaciones? No era necesario. 1
Sin embargo, los rumores se expandieron rápidamente, hasta llegar a los oídos de Samuel, el director, quien la citó en su oficina. Celia tocó a la puerta y entró.
-Director. ¿Me necesita?
Samuel le indicó que se sentara, y luego le preguntó con calma.
-Celia, ¿hay algún… malentendido entre Sira y tú?
Ella no mostró ninguna emoción especial. 1
-No es nada importante. Cuando se apruebe mi traslado, me iré y todo terminará.
Samuel suspiró.
-Como sabes, ella fue recomendada por el señor Herrera. Bajo la mayoría de las circunstancias, debes
evitar tener conflictos con ella. Pues… Los próximos días, ella se encargará de los casos en tus manos.
Celia no podía creerlo.
-¿Se encargará de mi trabajo? ¿Está seguro de que ella está calificada?
¡Era un despojo, pero ella no tenía la culpa!
1/2
Capitulo 22
–Celia, entiendo tu frustración -le explicó Samuel con pesar-. Pero, es orden del señor Herrera. Quiere promoverla y eso ya está fuera de mi alcance…
Celia sintió como si alguien le apretara el corazón, incluso le costó tomar aire.
-Entiendo le respondió.
Al salir de la oficina, se topó con Sira en el pasillo. Ella arqueó levemente una ceja. Aunque mantenía una sonrisa, era una cargada de intenciones desafiantes. 1
-Celia, el director, ya te lo informó, ¿cierto? ¡Qué pena! Ni yo misma esperaba que César hiciera tanto por mi. Te pido disculpas por el inconveniente.
Celia pasó de largo sin dignificarla con una mirada.
No esperaba que la ignorara, así que Sira se descompuso. ¿Incluso una cualquiera como Celia pretendía desafiarla? ¡Qué arrogancia! ¡Ya le interesaba saber cómo seguiría adelante en el ámbito médico si su reputación estaba arruinada!
***
En el Grupo Haus Inversiones, Nicole abrió la puerta de la oficina de César, informándolo.
-Jefe, ya hablé con el director como usted ordenó.
Hizo una breve pausa, continuó:
-¿De veras quiere que la señorita Núñez asuma los cargos de la señorita Sánchez?
Aparte de las familias, Nicole era la única que conocía el matrimonio secreto de César. Siempre se refería a Celia como “señorita Sánchez“, aunque necesitaba fingir no estar al tanto de nada, incluso frente a ella.
César le respondió distraído, jugando con el globo terráqueo antiguo en su escritorio.
-Se lo debo.
Sabía muy bien que solo se sentía culpabilidad hacia Sira. Por eso, le daría todo lo que quisiera, lo más posible. Además, Celia le había dado una cachetada en público… Y era imposible que dejara que Sira se la devolviera. Entonces, la única solución era hacer que Celia pagara un poco el precio por sus acciones caprichosas. Para César, había hecho su mayor cesión. 3
Today’s Bonus Offer
X
GET IT NOW