Por que 178

apítulo 178 

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-¡Señor Rojas! Mi hija tuvo la amabilidad de llevarlo a la sala de descanso, ¡cómo pudiste… acosarla! Macarena se adelantó, intentando que Ben tragara la injusta acusación de acoso. 

David también tenía la intención de promover este matrimonio. Parecía que ya no necesitaba hacer nada más para convencer a Ben. 

-¿Cómo puede alguien sin conciencia cometer acoso? -Celia le refutó con un semblante serio. 

-¿Qué quieres decir con eso? -Macarena estaba disgustada-. ¿Estás insinuando que mi hija le tendió la trampa, manchando su virtud? 

-Solo estoy analizando los hechos desde una perspectiva médica. Una persona inconsciente no es capaz de tener una erección. Por ejemplo, teóricamente, un borracho no puede realizar el acto sexual. 

Los presentes se sintieron algo avergonzados al hablar del tema, pero muchos de ellos eran médicos profesionales y sabían que las palabras de Celia eran un hecho innegable. 

-¡No me vengas con análisis objetivos! ¡Lo único que sé es que mi hija perdió su virtud! -Macarena actuó como una madre desconsolada por su hija, con los ojos enrojecidos-. Es cierto que queríamos una alianza matrimonial con la familia Rojas, pero todo aún no está decidido. En cuanto a lo sucedido hoy, ¡los Rojas deben darnos una explicación! 

Al escucharlo, algunos de los presentes entendieron la raíz del problema. 

-¿La familia Herrera quiere unirse con los Rojas? 

-Con razón… Sí, quieren una alianza matrimonial, ahora todo tiene sentido. 

La mirada de César solo se clavó en Celia, con su expresión cada vez más sombría. Unos segundos después, desvió la vista. 

-Señor Rojas, también me parece que debe dar una explicación razonable. 

Celia lo fulminó con la mirada, apretando con fuerza los puños. 

-¡César! ¿No crees que tu parcialidad sea evidente? – le preguntó. 

La expresión de él se ensombreció todavía más. 

-Como tu esposo, he tolerado tu preocupación por otro hombre y eso ya es mi límite. O sea, ¿ya has olvidado lo que me prometiste? 

Además, ella estaba embarazada, tenía a su hijo… Celia nunca había visto esa actitud dominante y posesiva de César. El hombre que tenía frente a sus ojos, parecía diferente al de antes. 

Esa sensación le resultaba muy extraña. Era como si nunca hubiera conocido al verdadero César. Al mismo tiempo, en los ojos de Sira ya se veía la intensa envidia… 

-¡Basta ya! -habló Ben. Se arregló la ropa sin prisa-. Si la familia Herrera desea tanto unirse con los Rojas, incluso recurriendo a tales artimañas sucias, bueno, no tengo objeciones. 

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Capítulo 178 

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David se sorprendió. 

-Señor, ¿entonces… está de acuerdo con casarse con Rocío? 

-Tiene una hija tan insistente y despreciable, ¿acaso puedo rechazarlo? Total, me da igual quién sea mi esposa. Al menos el matrimonio callará las quejas de los mayores sobre mi soltería. 

Ben mostró una actitud indiferente, pronunciando esas palabras hirientes. Obviamente, no quería casarse con Rocío. 

Tan pronto como ella escuchó sus frases, sus ojos se enrojecieron al instante, pero ella no se atrevió a llorar. Macarena sentía pena por su hija e intentó presionar a Ben de nuevo. 

-Señor Rojas, ¿qué quiere decir con eso? ¿Que después de que se case con mi hija no asumirá las responsabilidades de un esposo? 

-¿Entonces, su sugerencia es que deba llamar a la policía para manejar esto? -replicó Ben. 

Con solo una frase, la dejó sin palabras. Si la policía intervenía, el resultado sería contraproducente. Si lo sucedido llegaba a oídos de Valeria o de Marta, se convertiría en la burla de la familia. 

Después de que Ben se fue, la multitud también se dispersó poco a poco. Celia iba a marcharse, pero César la agarró con fuerza y la hizo volver a su lado. 

-¿No van a darme una explicación sobre lo ocurrido? -preguntó a las dos, mirándolas con frialdad. Macarena parpadeó, tomada por sorpresa ante esta pregunta. 

-César, somos familia. ¿Vas a culparnos por un desconocido? -preguntó ella, con incredulidad. 

-Ya considera a Ben como su yerno, ¿no es así? ¿Y me dice que es un desconocido? 

Macarena se quedó sin palabras. Luego, César se dirigió a David. 

-Tío, usaron estas artimañas sucias para conseguir una unión… Si eso se divulga, ¿cómo verán los demás a la familia Herrera? 

El abrió la boca, pero al final guardó silencio. Solo lanzó una mirada de advertencia a Macarena y a Rocío, culpándolas por la misma razón. Macarena no dijo nada más. Había obtenido lo que quería, y eso le bastó. El proceso le era indiferente. 

César se fue de la sala de descanso con Celia. Sira los siguió, observando a la pareja frente a ella con odio y rencor, Se mordió los labios y se le ocurrió una idea: con un movimiento deliberado, se torció un pie. 

-¡Ay! 

Con un grito de dolor, cayó al suelo. Celia, al ofrlo, miró hacia atrás. Al instante comprendió sus intenciones. Como era de esperar, César la soltó y se acercó a Sira. 

-¿Qué ocurrió?-le preguntó con tono preocupado. 

-Me torci el tobillo… Estoy bien. Puedo manejarlo sola–dijo ella, aguantando el dolor, pálida. 

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Capitulo 178 

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Celia, disfrutando del espectáculo, comentó con interés: 

-Claro. César, la directora Núñez dijo que podría manejarlo sola. Seguro no es nada grave, ¿cierto? 

Él fijó la mirada en Celia por un largo rato antes de decidir. 

-Celia, regresa a casa. 

Con una sonrisa leve, ella accedió con facilidad. 

-Entonces les dejo el espacio. 

Dicho esto, se dio la vuelta y se fue sin la menor vacilación. Él, pensativo, observó cómo ella se alejaba. Al ver esto, la expresión de Sira se ensombreció todavía más. 

-No te preocupes. Estoy bien. Si no estás tranquilo, mejor ve a acompañar a Celia… – Propuso ella, con una fingida consideración. 

—Alguien la llevará a casa —respondió César—. Ahora te llevo al hospital. 

Sira dejó escapar una sonrisa de triunfo. Las calles estaban iluminadas por las luces. Estaban a altas horas de la noche. Al salir por la puerta principal del restaurante, Celia vio a Nicole esperándola junto al auto, quien la saludó con respeto. 

-Señorita Sánchez, el jefe me pidió que la llevara de regreso. 

Celia no dijo nada y subió al auto en silencio. De camino, César le envió un mensaje. Ella no lo leyó. Solo apagó su 

celular. 

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