Capitulo 10
Capítulo 10
Ya no había ni rastro de Sofía, pero debía haber visto bien, la conductora era mujer.
Esto tenía mucho sentido, porque Sofía solo tenía ojos y corazón para Diego, no cabía ningún otro hombre.
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El carro avanzaba tranquilamente, Sofía tenía la mente en blanco.
No podía evitar comparar con sus cumpleaños anteriores, entre más lo pensaba más le
dolía.
Después de un buen rato, Sofía habló lentamente: -Faltan veinticinco días.
Carmen pensó que se pondría a llorar, o que se quejaría como una mujer amargada.
Después de todo, encontrarse cara a cara con el hombre que amas con otra mujer era un golpe tremendo.
No esperaba que saliera con un número.
—¿Qué?
Sofía explicó: -El período de reflexión para el divorcio, en veinticinco días vamos a
tramitar el certificado de divorcio.
Carmen vio la determinación en los ojos de Sofía.
Diego era guapo, tenía solo veintiocho años, era muy joven.
Los Villarreal ya eran una de las familias más poderosas de Puerto Azul, desde que él se hizo cargo del Grupo Empresarial Villarreal, había hecho cambios drásticos en los negocios, llevando al grupo a un nuevo nivel. Ahora que en Puerto Azul surgían frecuentemente nuevos ricos, los Villarreal seguían ocupando firmemente un lugar en la cima de la pirámide de la ciudad.
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El carisma, conocimiento y habilidades de Diego lo ponían entre los mejores de su generación, definitivamente tenía mucho atractivo.
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Era completamente normal que una mujer se enamorara de un hombre exitoso, pero toda esa aureola era superficial, solo el gusto por lo externo no era suficiente para que Sofía se obsesionara hasta el punto de sacrificarse completamente.
Había una razón más importante. Hacía tres años cuando la madre de Sofía tuvo el accidente, ella colapsó completamente y sin querer cayó al mar.
Diego, casualmente, estaba en una fiesta con unos amigos en un yate; él la rescató del agua, la llevó al hospital, y le dio a Sofía una nueva esperanza.
Ella no podía olvidarlo, y no podía dejarlo ir, Carmen lo entendía.
Ahora que tenía grabados en la mente los días del período de reflexión, todo era diferente a
antes.
Sofía probablemente ya no regresaría. Y eso era bueno.
Solo necesitaba tiempo para procesar sus emociones, después de todo había amado profundamente, no era realista salir de eso inmediatamente.
-Ahora no te preocupes por esa gente horrible, mejor abre tu regalo -Carmen temía que Sofía no fuera firme con el divorcio, ahora se sentía mucho más tranquila.
Sofía también quería distraerse.
Obedientemente, abrió la bolsa, pensó que sería un collar, pero era un anillo.
En realidad, eran dos anillos para mujer.
Sofía se confundió. -¿Por qué me das dos anillos?
Carmen aclaró: -No seas tan narcisista, no pensé en darte dos, son anillos de amigas, uno para cada una.
Sofía se sorprendió. -Como regalo de amigas, es raro dar anillos ¿no?
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Carmen respondió: -Eso son ideas anticuadas, los anillos de diamante no solo tienen significado cuando los da un hombre; yo también puedo dártelos.
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Se quejó: —La marca del anillo en tu dedo anular se ve horrible, ponte el que te doy, justo para cubrirla y de paso para quitar la mala suerte.
Después de decir esto, Carmen esperó la reacción de Sofía, pero no hubo reacción.
Recibir el regalo y sin siquiera dar las gracias como muestra de cariño, ¿cómo podía ser?
Cuando volteó, Sofía ya tenía los ojos llorosos. Carmen pensó que se burlaría de ella, pero al verla realmente triste, solo sintió compasión y dolor, no dijo nada, siguió manejando en silencio.
El silencio de Carmen permitió que Sofía procesara tranquilamente sus emociones, después de un rato, le dio unas palmaditas suaves en el hombro. 1
Era el consuelo de una buena amiga.
Y ese regalo era mejor que cualquier palabra de consuelo.
Sofía apretó la cajita del anillo, extendió la mano y le dio palmaditas en el dorso de la mano a Carmen, para tranquilizarla.
Después de cenar, Carmen propuso llevarla a casa, y de paso conocer su nuevo hogar.
Sofía se había mudado al complejo Vista Dorada, era la primera vez que alguien venía a visitarla, así que decidió que Carmen se quedara a dormir en su casa.
Pero en el camino a casa, Sofía recibió una llamada inesperada. 1
-Sebastián bebió mucho con un cliente, le dio gastritis aguda, está en el hospital con suero, ¿podrías venir a verlo?
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