CapÃtulo 447Â
Un escalofrÃo recorrió la espalda de Celia y no pudo evitar apretar los puños. ¿Acaso la habÃa reconocido? Luna pareció notar su incomodidad e intervino de inmediato:Â
-Solo quiero charlar un poco con mi colega. ¡Pronto me voy!Â
Mario desvió la mirada, sin mostrar ninguna alteración, y dijo con satisfacción:Â
-Mientras vivas tranquilamente con Sergio, todo está bien. Aún tengo asuntos que atender, me voy ya.Â
-De acuerdo–respondió Luna.Â
La mirada de Mario pasó por Celia y se dirigió pensativo al segundo piso.Â
Celia relajó lentamente las manos que habÃa apretado. No sabÃa si Mario la habÃa reconocido o no, pero esa opresiva sensación de trauma infantil ya era imposible de olvidar.Â
-¿Qué te pasó? ParecÃas muy asustada -preguntó Luna en voz baja.Â
Celia recuperó poco a poco la compostura, humedeció un poco sus labios secos y sonrió con amargura.Â
-La verdad es que da bastante miedo.Â
-Ese viejo siniestro sà que da miedo -Luna contestó torciendo la boca-. Total, ese dÃa sà me asustó.Â
Al oÃr esto, Celia la miró. Luna, recordando algo, añadió:Â
-Él subió al segundo piso… Debe ir a ver a alguien. ¡Seguro que es una mujer!Â
-¿Cómo lo sabes?Â
Luna bajó aún más la voz.Â
-El dÃa que me pilló, fue porque lo vi hablando con una mujer. ¡Estoy segura de que entre ellos hay algo secreto! Yoà que él ya se divorció hace tiempo. Aunque no se ha vuelto a casar, eso no significa que no tenga otras mujeres.Â
Celia reflexionó un momento y miró hacia el piso de arriba. Esa mujer… ¿serÃa Beatriz?Â
Después de lo del tribunal, ella, que habÃa sido la cerebro de todo esto, no habÃa recibido el castigo merecido. Al contrario, la abogada, Silva, y quienes ayudaron a falsificar el informe habÃan sido sancionados y despedidos. Mario deberÃa haberla ayudado…Â
De pronto, Celia recordó algo importante y le preguntó a Luna:Â
-¿PodrÃas darme una copia de la lista de invitados a la boda?Â
Luna vaciló.Â
-SÃ… pero ¿para qué la quieres?Â
-Dime, ¿de veras quieres casarte?Â
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-¡Claro que no! -dijo Luna, pero luego bajó la cabeza desanimada-. Pero mis padres no van a cancelar el compromiso. Aunque no quiera, no tengo otras opciones.Â
-Solo es una suposición, pero si esa boda realmente es una trampa como dices, entonces no llegarán a ser una verdadera pareja, aunque no sé exactamente qué él pretende hacer…Â
Luna meditó sus palabras y aceptó la petición.Â
-Mañana te la enviaré.Â
***Â
Después de despedirse de Luna, Celia regresó a la clÃnica. Al salir del ascensor, vio a Dylan y a Miranda conversando en el pasillo. Miranda se habÃa cortado el pelo, lo que acentuaba su aire enérgico. Ella fue la primera en ver a Celia y la saludó con una sonrisa.Â
-Señorita Sánchez.Â
Celia también le sonrió.Â
-Qué casualidad.Â
-Vaya, ¿ya parecen tan cercanas? -Dylan miró a ambas.Â
Miranda se volvió hacia él.Â
-Es que tenemos mucha afinidad.Â
-Muy bien… Si tienen afinidad, yo sobro. Voy a buscar a Nicolás -Dylan se fue y Celia se acercó a Miranda.Â
-No esperaba encontrarte en el hospital -dijo Celia.Â
-Vine a visitar a unos excolegas y de paso a charlar un rato con ese tipo.Â
-Tienes muy buena relación con Dylan.Â
Miranda sonrió.Â
-Por poco me convierto en su tÃa polÃtica.Â
-¿En serio? -Celia se sorprendió.Â
Miranda sonrió con amargura.Â
-Su padre tenÃa un hermano menor, de edad similar a Nicolás. Lástima que terminamos. Ahora él ya tiene hijos que le compran el pan, ¿te lo imaginas?Â
-La verdad es que no…Â
-¿Y tú? Boto que Nicolás parece muy interesado en ti.Â
Celia no esperó esta respuesta repentina.Â
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CapÃtulo 447Â
-¿Yo…?Â