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CapÃtulo 415Â
+25 BONUSÂ
La expresión de Celia se endureció. La familia Gómez era una de las más poderosas, y era natural que la esposa de Nicolás tuviera que estar a la altura. CelÃa lo comprendÃa muy bien. Pero, la actitud y el tono de esa mujer la irritaron, justo cuando estaba a punto de replicar, una voz sonó desde la puerta.Â
-Señorita González, no creo que pueda representar las decisiones de Nicolás.Â
SÃa González, secretaria de Adela, se sorprendió y se colocó a un lado un poco avergonzada.Â
-Jo… joven señorita -la saludó con respeto.Â
¿Joven señorita? Celia miró a la joven que entraba con paso tranquilo: aparentaba poco más de veinte años; llevaba el cabello lacio y largo, con un corte estilo elegante como de muñeca; su piel era tersa, llevaba un camisón de estilo palaciego en tonos cálidos y una chaqueta larga de punto; sus ojos se parecÃan un poco a los de Nicolás, ambos eran muy hermosos.Â
Celia no sabÃa que Nicolás tenÃa una hermana. Yolanda, al encontrar la mirada de Celia, le sonrió suavemente antes de volverseÂ
hacia SÃaÂ
-Ella es invitada de mi hermano. Si él oyera esas palabras, estarÃas en problemas.Â
SÃa intentó explicarse.Â
-Fue orden de la señora…Â
-Incluso si es su orden, las palabras que usaste no fueron exactamente las suyas, ¿o sÃ?Â
SÃa palideció.Â
-Aunque mi mamá no quisiera que ella fuera la esposa de mi hermano, no te habrÃa pedido que dijeras esas palabras a invitada. Tú conseguiste la oportunidad de trabajar para la familia Gómez gracias a la recomendación de mi mamá. T responsabilidad se limita a tus tareas asignadas. No tienes el derecho de decidir sobre los asuntos de la familia.Â
El tono de Yolanda fue amable de principio a fin, pero también estaba lleno de advertencia. SÃa se disponÃa a escapar sigilosamente cuando Yolanda la detuvoÂ
–Aún no te has disculpado con ella.Â
SÃa quedó sin palabras. Aunque su expresión mostraba poca disposición, lo hizo obedientemente.Â
Después de que se fue, Celia miró a Yolanda y le sonrió.Â
-Señorita Gómez, es muy amable.Â
Yolanda también sonrió.Â
-Es mi deber. La familia Gómez no permite que nadie arruine su reputación.Â
Dicho esto, se acercó a Celia y añadió:Â
-Además, eres la primera chica que Nicolás trae a casa. Claro que debo apoyarte.Â
Celia forzó una sonrisa un poco avergonzada.Â
Nicolás Gómez bajó las escaleras sin prisa. Al ver a Yolanda con Celia, entrecerró un poco los ojos.Â
-¿No deberÃas estar en la escuela? -preguntó a Yolanda.Â
Ella juntó las manos detrás de la espalda, ladeó la cabeza y mostró una sonrisa juguetona.Â
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CapÃtulo 415Â
-Dijeron que habÃas invitado a una señorita a casa, ¡asà que volvi!Â
-¿Y tú qué haces metiéndote en esto?Â
-¿Acaso te da vergüenza?Â
+25 BONUSÂ
Celia observó la interacción entre los hermanos y no pudo evitar pensar en Ben. Casi se olvidaba que ella también tenÃa unÂ
hermano ahora.Â
-¡Celi! ¿Hoy tienes tiempo para visitarme?Â
En ese momento, Antonio entró y se alegró al ver a Celia. Ella se sorprendió. Fue él quien la habÃa invitado, ¿no? Confundida, al final no hizo más preguntas. Solo asintió con una sonrisa como respuesta:Â
Es que no he estado tan ocupada estos dÃas. No habÃa encontrado un buen momento paraÂ
visitarlo.Â
-¿Por qué me tratas con tanta formalidad ahora? -Antonio se sentó en el sofá y fingió enojo-. Si quieres venir, puedes hacerlo en cualquier momento. ¿Quién se atreverÃa a oponerse?Â
Yolanda miró a Celia y rio.Â
-Si ella viene a casa todos los dÃas, ¡Nicolás estará muy feliz!Â
Antonio se sorprendió al oÃr esto. Su mirada se posó en Celia y Nicolás. Instintivamente, Celia bajó la mirada sin inmutarse Antes de que él pudiera responder, Nicolás le habló a Yolanda con tono sereno:Â
-¿Acaso tengo que informarte todos los dÃas si estoy feliz o no?Â
Ella guiñó un ojo.Â
-Puedo saberlo por mà misma.Â
Luego, se acercó a Celia.Â
-Hoy es la primera vez que la veo. ¿Por qué no te quedas a cenar?Â
Capitulo 416Â