2/2Â
Capitulo 391Â
CapÃtulo 391Â
VÃctor levantó la cabeza.Â
-¿Quién?Â
-Mario Quiroga.Â
Victor aún no habÃa reaccionado cuando Jaime exclamó sorprendido.Â
-¿Ese el tal ex director del banco que se lo trago literal la tierra después de renunciar?Â
César asintió.Â
+25 BONUSÂ
-Ahora que lo mencionas, es verdad que desapareció durante muchos años. Escuché que después se fue del paÃs, pero ¿por qué lo mencionas de repente? -VÃctor dejó la pieza de ajedrez y preguntó.Â
-¿Tiene un hijo?Â
—Eso he oÃdo, aunque nunca lo he visto. —VÃctor movió las piezas del tablero—. Ese tal Mario Quiroga era una persona astuta, tenÃa buenas relaciones con todos, pero hace más de diez años renunció de repente y cortó contacto con todos en el paÃs. En verdad fue desconcertante.Â
La expresión de César se tornó más sombrÃa. VÃctor lo observó.Â
-Si no lo hubieras mencionado, ya lo habrÃa olvidado. ¿Alguien te preguntó acaso algo sobre él?Â
-No es nada.Â
Apenas terminó de hablar cuando Celia regresó del exterior. Al entrar a la sala, se detuvo un momento, su mirada pasó por César antes de asentir y saludar a VÃctor:Â
-Padre.Â
César mantuvo la vista baja sin decir palabra.Â
-Ya llegaste. -VÃctor dejó de jugar ajedrez, levantó la cabeza y le pidió a Jaime-: Pregunta en recepción si todavÃa hay mesas disponibles en el restaurante. Si hay, reserva una.Â
Jaime asintió y salió.Â
Celia estaba a punto de ir a su habitación cuando VÃctor la detuvo:Â
-Esta noche César y yo iremos a cenar al restaurante, ven con nosotros.Â
Como era una invitación que venÃa de él, ella no podÃa rechazar, asà que asintió y luego regresó a su habitación. César siguió su figura con la mirada, cada vez más silencioso.Â
Esa noche, Celia y los Herrera padre e hijo fueron al restaurante a cenar. Por casualidad, se encontraron con Rodolfo y la señora Juárez en el pasillo.Â
-Señor Herrera, es raro que visite Rivale sin avisar con anticipación.Â
Capitulo 391Â
Al ver que Rodolfo iniciaba la conversación cortés, VÃctor también fue modesto:Â
-El señor Juárez es un hombre super ocupado, ¿cómo me atreverÃa yo a molestarlo?Â
+25 BONUSÂ
-Sà que me está halagando. -Rodolfo agitó las manos-. Me jubilo en dos años, ahora tengo tiempo libre, asà que no hay molestia alguna.Â
Después, miró a César:Â
-¿Yusted? ¿Ahora está bien de salud?Â
César entrecerró los ojos.Â
-Mi salud está perfecta.Â
-Pero escuché que estaba gravemente enfermo y recuperándose en el extranjero.Â
Antes de que César pudiera responder, VÃctor explicó calmadamente:Â
-Solo fue un accidente, sà estuvo herido y necesitó tiempo de recuperación.Â
Rodolfo pareció comprenderlo.Â
-Ya veo.Â
Mientras los tres conversaban, la señora Juárez se acercó sonriente a Celia, quien tomó la iniciativa:Â
-Lamento mucho no haber podido asistir a su fiesta de cumpleaños.Â
-No hay nada que lamentar, el próximo año habrá otra oportunidad. La señora Juárez tomó su mano y la observó con atención-. Me enteré de todo lo de los Rojas. Le mencioné algo a mi esposo en su momento, pero nunca imaginé que en verdad fueras la hija de Nieve.Â
Celia se quedó atónita, recordando de repente lo que Rodolfo le habÃa dicho antes sobre que se parecÃa más a la señora Rojas que Celiana. ¿Entonces todo tenÃa sus razones?Â
Al escuchar esto, Celia la miró:Â
-¿Su relación con mi madre era acaso tan buena?Â
-Conozco a tu madre desde hace mucho tiempo, somos como mejores amigas. —La señora Juárez suspiró suavemente. Pero desde que ella perdió la lucidez y cada una formó su familia, casi no tuvimos contacto. La verdad es que me gustarÃa mucho volver a ver a tu madre, aunque probablemente ella ya no me recuerde.Â
Celia apretó los labios, luego sonrió:Â
-Si tiene tiempo, puede visitarla. Aunque no la recuerde, seguramente se alegrará.Â
La señora Juárez se quedó sorprendida, como si sus palabras la hubieran consolado, y asintió sonriendo.Â
VÃctor invitó a los Juárez a cenar con ellos, pero la pareja dijo que ya tenÃa una cita. Justo cuando terminaron de hablar, la voz de Adela resonó detrás de ellos:.Â
Capitulo 391Â
+25 BONUSÂ
-¿Cómo es que todos están aquÃ?Â
Victor se detuvo y lentamente se volvió hacia la mujer que se acercaba. Cuando Adela vio a VÃctor, sus pasos vacilaron. Segundos después, siguió sonriendo mientras se acercaba y lo saludó con naturalidad:Â
-Cuánto tiempo sin verte.Â
VÃctor pareció aturdido un momento antes de asentir:Â
-SÃ, ha pasado bastante tiempo.Â
Celia observaba a ambos desde un lado, y de repente recordó que el primer amor de su suegro parecÃa ser precisamente esta señora… La fuerza destructiva de un primer amor no era poca cosa… Pensando en esto, Celia dirigió una mirada a César.Â
César notó su mirada, pero no giró la cabeza, simplemente entró directamente al restaurante. Celia se rio de repente. ¿TodavÃa acaso estaba enojado por lo que paso en la mañana? Pero, ¿acaso tenÃa derecho a estar enojado?Â
CapÃtulo 392Â
CapÃtulo 392Â