CapÃtulo 367Â
La sonrisa de Celia se congeló al instante. Apartó la cara para evitar mirarlo.Â
-¿Por qué lo mencionas sin motivo alguno?Â
El mantuvo una expresión serena y habló con calma:Â
-La persona enmascarada de esa noche era entonces él, ¿cierto?Â
Una chispa de sorpresa cruzó los ojos de Celia. ¿Cómo lo sabÃa él?Â
Por su reacción, Nicolás supo que habÃa acertado. Retiró la mirada con indiferencia.Â
–Vaya, qué hombre más persistente, ¿no?-comentó con tono neutro, y luego pasó junto a ella, dirigiéndose a la sala principal del hotel.Â
Celia se quedó confundida en su lugar, observando con desconcierto cómo él entraba en el ascensor. ¿Qué le habÃa ocurrido…? Bastante extraño…Â
Nicolás regresó a Rivale al dÃa siguiente, con la excusa de que tenÃa asuntos pendientes. Su partida fue bastante abrupta. Celia permaneció dos dÃas más en la capital para acompañar a su familia.Â
Pero, como sus vacaciones anuales ya habÃan terminado, a la mañana siguiente también deberÃa regresar a Rivale a trabajar. Ese dÃa, compartió el desayuno con los Rojas en la villa. Enzo le dijo sirviéndole más comida en el plato:Â
-En unos dÃas regresaremos a Ficus. ¿Irás con nosotros o regresarás directamente a Rivale?Â
Celia dudó por unos segundos.Â
-Regresaré directamente a Rivale. He estado demasiado tiempo de vacaciones. Mi mentor me confió el proyecto de nanoterapia y debo regresar a manejar.Â
-Es bueno que tengas ambición profesional, pero no te exijas demasiado. Si surge cualquier problema, siempre puedes pedirle ayuda a Ben. Él no tiene nada mejor que hacer–Enzo no insistió y sonrió.Â
—Papá, al recuperar a Celia, ¿ya te molesta que yo no haga nada productivo? -protestó Ben, fingiendoÂ
ofenderse.Â
-Aparte de encontrar a tu hermana, ¿qué más has contribuido a esta familia? -Enzo lo miró de reojo-. Te pedà que te hicieras cargo de nuestra empresa y no quisiste. ¿Acaso esperas que tu hermanita lo haga?Â
Ben miró a Celia y alzó una ceja.Â
-Si ella quiere, a mà me parece bien.Â
Mientras comÃa, Celia se rio.Â
-Por favor, no. Yo solo sé operar, no administrar empresas.Â
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CapÃtulo 367Â
La respuesta hizo reÃr a ambos hombres.Â
Celia pasó la noche en la villa. Después de empacar sus cosas, reservó su vuelo para el dÃa siguiente.Â
+25 BONUSÂ
Mientras tanto, en una suite de Lago Sereno, César tosÃa sangre con más frecuencia estos dÃas. Ni los analgésicos, ni los antiinflamatorios, ni los medicamentos de inmunoterapia parecÃan capaces de controlar su condición.Â
Debido a la metástasis en los ganglios linfáticos y los factores de alto riesgo, el médico informó a Marta que solo podÃa intentar controlar el desarrollo de la enfermedad con cuatro ciclos de quimioterapia, pero necesitaban la cooperación de César. Ella observaba a su hijo desde fuera de la habitación, con el corazón destrozado al verlo sufrir.Â
-Ya lo he intentado, pero él se niega…Â
-Señora Herrera, su hijo aún es joven y el cáncer se detectó a tiempo. Esa es una gran ventaja en comparación con un diagnóstico tardÃo. Si seguimos postergándolo y las células cancerosas se propagan, todo será demasiado tarde. VÃctor llegó en ese momento junto con Valeria. Al escuchar las palabras del médico, él arrugó el entrecejo.Â
-Aunque no quiera, debe hacerlo – ordenó él.Â
Marta lo miró, quien se detuvo frente al médico.Â
-Él quiere morir, pero no voy a permitÃrselo.Â
Marta sonrió con amargura.Â
-Lo dices como si obligarlo a hacerlo fuera una tarea fácil. ¿Pero cómo podrás convencerlo? Conoces muy bien su carácter terco.Â
-Todo es por Celia, ¿no?Â
Marta se enmudeció y, de inmediato, VÃctor llamó a Nicole y ordenó:Â
-Ve y trae a Celia a lago Sereno, sin importar cómo.Â
Valeria dudó:Â
-VÃctor, deberÃas preguntarle primero a Celia por su opinión.Â
-Mamá, en un momento como este, ya no tenemos suficiente tiempo -intervino Marta.Â
En este momento crÃtico, apoyó la decisión de VÃctor. Nada era más importante que la vida de su hijo, ni siquiera Celia. Tras una breve pausa, continuó:Â
-Ellos sufrieron el accidente juntos. Si no fuera por César, ¿ella habrÃa salido ilesa? No le pedimos que nos lo agradezca, pero mientras siga siendo la esposa de César, ¡debe quedarse a acompañar a su esposo!Â