Capitulo 145
Antes de que Samuel pudiera responder, Sira le lanzó una mirada despectiva a Celia.
El señor Juárez tiene razón, director. La esposa del señor Juárez padece un terrible meningioma. Incluso los neurocirujanos con amplia experiencia clínica dudatían en realizar esta cirugía. Celia simplemente tiene tres años en la profesión. Por más experiencia que tenga, ¿acaso puede superar la del doctor Martínez, que tiene diez años de experiencia quirúrgica?
Al escuchar esto, la expresión de Rodolfo se ensombreció al instante. Miró a Samuel y lo interrogó:
-Si las clínicas de Rivale pudieran realizar esta cirugía, ¡no habría venido especialmente a la capital! Señor López, confio a plenitud en su clínica, ¿pero me presenta a una jovencita teniendo tantos médicos experimentados? ¿Acaso quiere que arriesgue la vida de mi esposa en una tonta apuesta?
-Señor Juárez, me ha malinterpretado. Aunque es joven, ella es…
Antes de que Samuel pudiera terminar sus palabras, Rodolfo lo interrumpió.
—Basta ya. Jamás permitiré que mi esposa corra ese riesgo. Si su clínica no puede manejar la situación, i entonces buscaré ayuda en otra parte!
Al ver la actitud firme de Rodolfo y cómo los demás presentes comenzaban a cuestionar a Celia, Sira dejó escapar una leve sonrisa de triunfo.
Celia solo había trabajado tres años en la clínica y fue ascendida directo al puesto de directora. Esa decisión de los directivos había generado bastante controversia. Por eso, cuanto más la valoraba Samuel, más la
cuestionaban los demás.
Justo cuando Rodolfo estaba a punto de irse con su equipo, pues ni siquiera Samuel logró retenerlo, Celia habló:
-Señor Juárez, ¿podría permitirme ver las imágenes de MRV de su esposa?
Rodolfo miró a Celia. Luego de unos segundos de silencio, hizo una señal a su secretario para que le entregara las imágenes.
Ella las tomó. Las imágenes mostraban el tumor localizado en el área motora, con vasos sanguíneos cruciales tanto al frente como atrás. Entre las venas y el tumor solo había un pequeño espacio operable de aproximadamente dos centímetros. Era cierto que esta cirugía conllevaría más riesgos que sus anteriores craneotomías.
Sira la observó y le hizo preguntas difíciles de manera deliberada.
-Celia, ¿vas a insistir en aceptar el caso? Entiendo que quieres que todos te vean, pero esto requiere capacidad y fundamentos correspondientes. Los riesgos de esta intervención son bastante altos. ¿Acaso podrías asumir la responsabilidad del fallo?
-Puedo manejarlo sin problema -dijo Celia con calma.
Al ver las imágenes, Celia con agilidad ya había construido un modelo tridimensional del tumor en su mente. Esto se debía, en gran parte, a su extensa práctica durante sus estudios universitarios y a su análisis exhaustivo de la estructura cerebral.
1/2
Capitulo 145
Sira no esperó que ella tuviera esa plena confianza. Forzó una sonrisa e intentó refutarla.
Celia, ¿qué clase de broma es esa…?
+25 BONUS
—Jovencita, uno debe responsabilizarse de sus palabras. ¿Con qué base afirma que puede manejar con éxito esta cirugía?-la interrogó Rodolfo, clavando una mirada fulminante en ella.
En este mundo, no había muchos jóvenes habilidosos y además con calma ante los problemas, pero había visto varios con una confianza ciega.
Sira sonrió para sus adentros, deseando que Celia ofendiera a ese funcionario. Al recordar cómo César había elogiado a esta maldita frente a ella, no podía tragarse el enfado. Ella, después de todo, había estudiado medicina en el extranjero y obtenido su título. Aunque no era cirujana y todavía no podía operar, tenía amplio conocimiento de la mayoría de las patologías complejas en neurocirugía. (1
No creía que Celia, recién graduada de la facultad de medicina, pudiera tener logros tan significativos. Como mucho, ella tenía más experiencia en la práctica.
-Es cierto, solo llevo tres años trabajando en la clínica, pero mi experiencia en cirugía clínica supera los tres años. Esta cirugía puede ser difícil para otros, pero yo he realizado varias intervenciones de mayor complejidad. Por lo tanto, para mí esto no representa ningún desafío.
Dicho esto, Celia le devolvió las imágenes al secretario de Rodolfo.
-En cirugías previas de tumores cerebrales, para tener una mayor visión del tumor, se utilizaba una placa de presión sobre el tejido cerebral, lo que fácilmente conduce a una disminución del flujo sanguíneo cerebral y causa daño tisular–les explicó en detalle Celia.
Tras una breve pausa, continuó:
-Si se opera a través del espacio natural, solo tendremos dos centímetros de espacio para la operación. Sí, esa condición aumentará la dificultad de la cirugía, pero es la mejor manera de proteger al máximo la función cerebral. Sin embargo, es muy probable que otras clínicas no adopten este plan debido a su dificultad.