Capítulo 12
Antes de que Celia pudiera volver en sí, recibió un mensaje de César, quien no le había escrito nada en mucho tiempo.
“Puedo conseguirte un equipo de abogados, pero eso depende de cómo te comportes“.
Ella no lo entendió. ¿Dependería de su comportamiento? ¿Cómo debería comportarse? ¿César quería que ella diera espacio a Sira y a su hijo?
Guardó silencio durante un buen rato mirando la pantalla y, finalmente, le respondió con unas palabras
sencillas:
“De acuerdo“.
Por otro lado, al recibir el mensaje de Celia, César le ordenó a Nicole que investigara por qué habían
detenido a Carlos.
Poco después de que Nicole salió de la oficina, Marta Ruiz, madre de César, entró a toda prisa con su
bolso de LV.
-¡Hijo! ¿Me dijeron que tienes un hijo bastardo? -le exclamó.
César se aflojó un poco la corbata, sin darle importancia a sus palabras.
-¿De qué demonios estás hablando?
-¡Y ahora quieres ocultármelo!
Marta arrojó una foto sobre el escritorio, en la cual mostraba el momento en el que César y Sira fueron a recoger a Óscar del jardín de infancia.
César entrecerró los ojos al verla.
-¡Ahora se ha vuelto un escándalo en Facebook! ¡Todo el mundo sabe que tienes un hijo fuera del matrimonio! ¡Incluso el nieto de la señora Hernández dijo que eres el papá del niño en la foto! -le gritó Marta furiosa-. ¡Es una traición a tu esposa!
Aunque a ella no le caía bien Celia, de todos modos, era su nuera. Ahora que se había destapado lo del hijo ilegítimo de César, el asunto se convertiría en un escándalo para la familia Herrera.
César le quitó la tapa a su bolígrafo, concentrado en firmar unos documentos, mientras le decía:
-No es mi hijo.
-¿En serio? -Marta lo miró con evidente desconfianza.
César levantó la mirada.
Capitulo 12
+15 BONUS
-No.
Marta guardó silencio. Conocía bien a su hijo. No se casó con Celia por voluntad propia. Si de verdad tuviera un hijo con otra mujer, lo habría reconocido y ella habría tenido un nieto hacía muchos años.
Entonces, se le ocurrió algo y le dijo a César con seriedad:
-Sé que no te gusta Celia, entonces, ¿por qué no se divorcian? Te puedo presentar a algunas doñas de buena familia y, tal vez, podrías encontrar el amor.
Ella sabía que Valeria lo obligó a casarse con Celia. Pero, como Valeria era una persona mucho más dominante que ella, no tenía más opción que obedecerla. En su opinión, César aceptaría rápidamente su nueva propuesta. Como su madre, sabía muy bien que Celia no le importaba a César.
No obstante, él dejó de escribir al instante en que la escuchó. En lo profundo de sus ojos asomaba un destello de impaciencia.
-No te metas en nuestra relación.
Marta se sorprendió, sin esperar esa actitud.
-¡Tampoco me encanta meterme en su relación! -le exclamó Marta golpeando la mesa-. César, ¡Celia también puede ver esa noticia! ¿En serio crees que no le importará eso?
Tras unos segundos de silencio, él le respondió con calma:
-No.
La impasible actitud de su hijo la enfadó más.
-¡Muy bien! ¡No me meteré en lo tuyo y arréglalo tú mismo!
Después de que Marta salió de la oficina, César abrió Facebook, revisando los mensajes con una mirada afilada. Luego, hizo una llamada.
-Dile al departamento de relaciones públicas que elimine todos los rumores.
Como Celia tenía dos cirugías ese día, no tenía tiempo para revisar las noticias. Cuando finalmente salió del quirófano, ya era por la tarde. Se cambió de ropa, se masajeó el cuello adolorido y regresó a su oficina. Pero, al levantar la cabeza, vio la figura alta de un hombre frente a la puerta.
Al reconocer su cara, se detuvo en seco por un momento. ¿Por qué César estaba ahí? Tal vez, estaba
buscando a Sira.
Con un poco de nerviosismo, se le acercó, pensando que él actuaría como siempre, ignorándola y alejándose de ella. Sin embargo, el hombre se quedó bloqueando la puerta, sin moverse.